Todos sabemos que el alcohol no es sano por muy pequeña que sea la cantidad que se consuma. El vino sin alcohol tiene todos los beneficios del vino, pero ninguno de sus inconvenientes: previene enfermedades cardíacas, ayuda a prevenir el colesterol, aumenta los niveles de Omega 3, previene la artrosis, reduce el riesgo de padecer cáncer. Sin embargo, no tiene ningún efecto negativo en tu corazón (ni en tu cerebro o hígado) y apenas engorda. Y lo mismo la cerveza 0.0 o los destilados desalcoholizados.
El gobierno quiere evitar muertes innecesarias y por eso el Consejo Interterritorial de Salud ha aprobado la Estrategia en Salud Cardiovascular (ESCAV). Su objetivo es conseguir un cambio en la salud cardiovascular de la población y promover la adopción de hábitos de vida saludables. Su último fin es reducir la incidencia de estas enfermedades, primera causa de muerte en España.
Cómo lograrlo: el menú sin alcohol
Su plan consiste en colaborar con los establecimientos de restauración para promover la dieta mediterránea como modelo de alimentación sana. Para ello decidieron no incluir el alcohol en el menú diario: quedaría en la carta, pero el vino y la cerveza no estarían incluidos en el menú a precio cerrado que bares y restaurantes ofrecen a mediodía de lunes a viernes. Una opción saludable sería incluir en el menú vino desalcoholizado y cerveza sin alcohol.
Sin embargo, esa noticia no ha sido recibida con el alborozo que se debía por todos, y es que la industria de las bebidas alcohólicas pierde muchos beneficios con la estrategia de salud cardiovascular. Por eso ha respondido de forma radical a los planes del gobierno. Su peso es tan importante que, a pesar de que consumir alcohol cuesta vidas, el gobierno ha tenido que recular y desmentir que vaya a sacar las bebidas no alcohólicas del menú de mediodía.
Una acción mundial
No debería haber polémica sobre los efectos del alcohol. No es algo que suceda solo en España, en la prestigiosa revista científica The Lancet ya hay varios artículos sobre el peso de la industria alcoholera en los gobiernos y el efecto del consumo de alcohol en la salud mundial. Es una estrategia que nos parece necesaria, y así lo recomienda la OMS. Además conocemos los sorprendentes (y maravillosos) efectos de no beber alcohol.
La estrategia de Sanidad va más allá del consumo de alcohol. En sus 132 páginas aborda multitud de aristas de la salud cardiovascular. Reúne evidencia científica suficiente para afirmar que su consumo no es inocuo ni siquiera en dosis pequeñas, otro de los falsos mitos que siempre salen a colación cuando se habla de consumo de alcohol.
Otro factor de riesgo es el tabaco. El primero, según Sanidad. Por eso el Ministerio está ultimando un nuevo plan integral contra el tabaco para extender las zonas libres de humo a espacios exteriores como las terrazas. Su objetivo es que en 2040 no fume más del 10% de la población en España.